Efecto Halo en la Psicología: Reconsidera Tus Prejuicios

¿Alguna vez has escuchado la frase “no juzgues un libro por su portada”? En el día a día hacemos todo lo contrario a lo que nos indica este dicho y ponemos nuestros prejuicios por encima de cualquier primera impresión que podamos generar al conocer una nueva persona. A esto le llamamos Efecto Halo en la psicología. Quédate en el Uk Blog y descubre todo de este sesgo cognitivo y cómo puede afectar en tus relaciones personales y laborales.

dos hombres de negocios dándose la mano con prejuicios gracias al efecto halo

¿Qué Es el Efecto Halo?

Como es costumbre, comencemos por el inicio. Este fenómeno fue mencionado por primera vez en el temprano siglo XIX, específicamente en el año 1920 por el renombrado Edward Lee Thorndike, sin embargo, diversos psicólogos a lo largo del tiempo se han dado el tiempo para dejar sus aportaciones al concepto, tales como el psicólogo Solomon Asch.

El llamado Efecto Halo viene de la palabra “Halo” más comúnmente conocida en la habla hispana como “aureola” generalmente asociada a la espiritualidad y ser buena persona.

Quizás no entiendas en este punto el significado concreto de este término. Así que ejemplifiquémoslo: te encuentras con alguien atractivo, carismático y con un buen vocabulario. De repente, te ofrece algo. A primera impresión puede que pienses que al tener cualidades agradables por ende debe ser buena persona, incluso una muy exitosa, y basas gran parte de tu juicio en su físico o la impresión que te transmite, bueno, esto es un efecto halo y por ende un sesgo cognitivo.

Sesgos Cognitivos: El Mago que Altera Tu Realidad

Como bien mencionamos en uno de nuestros blogs pasados, los sesgos cognitivos tienen gran parte de la responsabilidad de estas acciones, y el efecto halo es un sesgo bastante presente en la mayoría de la sociedad.

Retomando un poco el ejemplo anterior y para hacerlo un poco más notorio: Si viéramos a una persona con tatuajes por todo el cuerpo y con una actitud intimidante sería fácil suponer, y a su vez difícil de creer que podría ser una persona exitosa, pero ¿y si fuera dueño de su propia empresa exportadora de telas?

Esto claramente es un juicio poco exacto basado en algo sin el fundamento necesario para ser tomado como una posibilidad razonable, aunque no del todo descartable según varios sesgos cognitivos y como hemos aprendido anteriormente, muchos de estos sesgos juegan un papel fundamental a la hora de emitir un juicio, una acción e inclusive, una decisión.

hombre de negocios con tatuaje siendo juzgado por el efecto halo

¿Cómo Surge Este Sesgo?

Como ocurre en el ejemplo anterior, sería fácil asumir que una persona con una estética diferente a la que tenemos asociada a una persona de éxito probablemente no tenga nada importante que ofrecer al mundo, sin embargo, sería caer en este sesgo cognitivo, pues no tenemos manera de conocer todo el trasfondo e historia de una persona simplemente por el estilo que porta.

De la misma manera, el atractivo de una persona hace que determinemos si es una persona con características altamente positivas. Probablemente pensemos que una mujer con cualidades físicas atractivas sea una persona exitosa o tenga mucho que aportar en una conversación, aunque resulte lo contrario.

Podríamos decir que es un prejuicio cognitivo generalizado y antepone nuestra evaluación ante un pensamiento subjetivo y en la mayoría de los casos, sin sustento alguno.

¿Cómo Afecta en Nuestras Relaciones?

Sabemos de primera mano que las primeras impresiones importan, sí, pero no podemos dejar que estas basen un prejuicio predeterminado sobre las personas que conocemos o se cruzan en nuestro camino. Este efecto puede ser contraproducente, especialmente en contextos laborales, al buscar relaciones sentimentales o simplemente interactuar con la sociedad.

Programas de entretenimiento o reality shows suelen tener este efecto muy arraigado. En lugar de mostrar directamente a los participantes mostrando alguna virtud o cualidad destacable se basan en mostrar una imagen que vende y hace empatizar. Podemos usar el ejemplo de un programa de televisión llamado “La Voz” donde los jueces no tienen ningún contacto visual con el participante hasta que su voz ha logrado cautivarlos.

Conclusión

Este sesgo puede influir significativamente en nuestras relaciones. En un entorno profesional podría llevarnos a subestimar a un colega que físicamente parece no demostrarnos sus capacidades a comparación de una persona con mayor presencia. En el ámbito personal podría afectar nuestras relaciones sentimentales al basar nuestras decisiones en impresiones superficiales en lugar de evaluar a la persona en su totalidad.

Es crucial ser conscientes de la existencia del efecto halo y sus implicaciones para poder contrarrestarlo. Esto implica estar dispuestos a cuestionar nuestras primeras impresiones, buscar evidencia objetiva y considerar el contexto completo antes de llegar a conclusiones precipitadas. Al hacerlo podemos abrimos a nuevas perspectivas, relaciones más genuinas y una comprensión más completa del mundo que nos rodea.

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